Muchos críticos ven que en el actual sistema provoca una desigualdad de la forma que está estructurado. En el informe del 2019 realizado por el Instituto de Actuarios Españoles (IAE) sobre “La Seguridad Social española y su situación actual y perspectivas futuras”, se analiza pormenorizadamente la problemática del sistema público de previsión la Seguridad Social.
En dicho informe se contempla como nuestro sistema no es equitativo, ni es financiera ni actuarialmente sostenible, por su exceso de generosidad. Desarrollemos todos estos conceptos para una mejor comprensión de dicha problemática.
Equidad quiere decir que los iguales son tratados de forma igual. En un sistema de pensiones equitativo, dos personas que tienen exactamente la misma vida laboral y que se jubilan en las mismas circunstancias, cobrarían exactamente la misma pensión durante el mismo periodo de tiempo. Eso, sin embargo, no es lo que ocurre en el sistema de pensiones español.
El mejor ejemplo es la inequidad de género: un hombre y una mujer de la misma edad e historial laboral que se jubilan en las mismas circunstancias en el mismo momento de sus vidas cobrarán distinta pensión agregada, porque la mujer la cobrará, con una mayor probabilidad, durante más años.
Así el informe detalla 4 formas que nuestro sistema muestra ser inequitativo:
- 1. La inequidad contributiva, fenómeno por el cual un mismo euro cotizado genera diferente pensión. No todos los cotizantes españoles tienen que hacer el mismo esfuerzo de cotización para recibir el mismo euro al mes cuando se jubilan.
- 2. La inequidad intergeneracional o inequidad entre padres e hijos. Este es el efecto por el cual un padre y su hijo, ambos jubilándose a la misma edad y en las mismas condiciones, cobran pensiones agregadas diferentes, porque el hijo, por efecto del desplazamiento de la esperanza de vida, la cobrará durante más años. Esta inequidad es la que genera la necesidad de ajustar las pensiones de acuerdo con la esperanza de vida, practicada en diversos sistemas de pensiones y que se admitió en España a través del llamado Factor de Sostenibilidad o de Equidad Intergeneracional (FEI), cuya puesta en vigor, sin embargo, está hoy en suspenso.